Una Ferrari en el placard del progresismo

Sin saber que estaba hablando casi por cadena nacional, Leonardo Fariña anunció al país una conquista social formidable: "Si una obra pública vale 60, se cobrará 100 para repartir 40". O sea, que estamos llegando al " fifty-fifty ".

Cuando el Gobierno estaba obsesionado por la Cámara de Casación, se chocó con una cámara oculta. Allí un exhibicionista desnudó las dos máximas de la obra pública: a) de cada 10 pesos, 6 son para el puente y 4 para la Ferrari que lo va a cruzar; b) sin Ferrari no hay puente.

¿Por qué la gente vuelve a interesarse por la corrupción? ¿Porque la muestra Lanata? No, porque en el último año mató a más de 100. El Gobierno, que se enorgullecía (hasta lo de los Qom) de no tener muertos por represión, ahora los tiene por corrupción.

¿Soterraron el Sarmiento? No, soterraron la discusión por el Sarmiento.

La gente repite frases que antes no se escuchaban: "Con la mitad del dinero que circula por la ruta del dinero, se acaban los Pomar muertos en rutas poceadas". O "con 10 kilos de fajos de euros pesados en la balanza del Madero Center, drenan el arroyo del Gato de La Plata". O "el Fútbol para Todos no es gratis. Cuesta vidas".

Angustiada por el cambio climático, Cristina pidió urgente al Congreso que promulgue el nuevo plan hídrico nacional: ahogar a la Justicia y a Clarín.

La distancia entre su necesidad y la necesidad de la gente se amplía como la brecha entre el oficial y el blue.

Como se dijo una vez en esta columna, "hoy los argentinos estamos dentro de la novela Moby Dick . Fascinada en su obsesión, ella va, arpón en mano, contra su ballena blanca, llamada Magnetto. Parada sobre el bote, enceguecida por su enemigo, no ve que el mar, de a poco, se va picando".

Escenas vistas durante nuestra Moby Dick , o sea, en el debate por la "democratización" de la Justicia:

Dice el senador Mario Cimadevilla, de la UCR: "Este gobierno no va a tener que buscar mas paraísos fiscales. Porque con esta nueva ley, ya tiene paraísos judiciales".

Retruca la senadora del Frente para la Victoria Sandra Giménez: "Le pido al senador respeto en las palabras que se usan. Seamos respetuosos en el lenguaje".

¿No es insólito? El kirchnerismo te atropella y después te denuncia por abollarle el capot.

El descubrimiento de la Ferrari en el placard progresista no hará cambiar de opinión al núcleo duro de votantes K, estimados en un 30 o 35 por ciento. Ni tampoco al 30 o 35 anti, que no hacen más que confirmar lo que ya pensaban. Pero seguramente empujó a marchar este jueves a muchos de los que componen ese 30 por ciento de votantes indecisos, que ni odian ni aman a la Presidenta.

¿Para qué fue la marcha del 18-A? Para que Cristina recapacite, escuche otros puntos de vista y no lleve a la Argentina a ser como Venezuela. ¿Y qué hizo Cristina mientras se llevaba a cabo la marcha? Se subió a un avión y se fue a Venezuela.

Ya contestó.

Antes de que la primera persona se congregue en Plaza de Mayo, el oficialismo repetía su mantra: "Este es el gobierno popular elegido por el 54 por ciento. Y si no te gusta, armate un partido y presentate a elecciones".

Que hoy es como decir: "Y si no te gusta Fariña, buscate un testaferro y presentate a licitaciones"..