En la entrevista con el periodista Nino Ramella, donde colmó el auditorio del hotel Sheraton Mar Del Plata, Kovadloff expresó su opinión, que contiene mucho más que dos miradas frente a los temas que oscilaron entre el destino y la política, entre la certeza y la mentira, entre la ignorancia y la vida cotidiana.
"Tengo la convicción que tenía Oscar Wilde: siempre es conveniente ser un poco improbable", pronunció el intelectual al abrir la entrevista, sobre lo cual prosiguió: "Vale decir que toda vez que uno se ve en el espejo conviene tratarse de usted, para no caer en un abuso de familiaridad". Es así como explicó el título de su reciente libro, sobre el que habló más de la esencia y creación textual, que de su contenido.
"Toda obra, todo texto, cumple una doble función: permite expresarnos y evidenciar luego la necesidad de volver a hacerlo", precisó.
La puerta para las preguntas siempre está abierta para Kovadloff, así como la consciente realidad de los problemas cotidianos. El autor, explicó que gran parte de los temas que los dos libros tocan siguen estando vigentes para él porque son asuntos que no tienen solución y, para evidenciarlo, cuestionó:
¿Qué es la poesía? ¿Qué significa la temporalidad? ¿Qué es la vida cotidiana? ¿Qué significa preguntar?
En efecto, son asuntos que no pueden encontrar una respuesta definitiva, pero como siempre, son sus palabras las que mejor lo explican: "La vigencia de estos asuntos es proporcional a lo irresoluble del asunto que tratan".
Pero no todo se encuentra en el plano existencial. La capacidad del filósofo, literato y ensayista para moverse entre diferentes planos es exquisita y evidencia una sensibilidad por los temas inspirados en la reflexión ciudadana en los 80 y los 90. "Muchos de los errores cometidos siguen vigentes, por lo cual hay muchos temas de aquella época que hubiera querido que perdieran actualidad, pero desgraciadamente no ha sido así. La actualidad de esos ensayos es proporcional a la insistencia de lo que yo consideraría el repertorio de los problemas sociales no resueltos de la Argentina", explicó.
"Son problemas clásicos, pero los hay de dos tipos: aquellos que no piden solución alguna, sino que piden que vivas con ellos, como los que planteó Sófocles o Shakespeare. Son problemas que piden que habites su hondura, pero no hay necesariamente algo que responder", insistió el filósofo.
"Los otros problemas son aquellos cuya vigencia es proporcional a la ineptitud que tenemos como nación para resolverlos, aquellos problemas que piden solución y que podrían encontrarla", añadió.
Sobre este punto, se pone sobre la mesa una cita de Arthur Koestler: "Todos luchamos contra una mentira entera con sólo media verdad".
-¿Significa esto que nunca tendremos certeza de que existe algo verdadero?
-"¡Si Dios quiere, claro!, porque la cita que recuerdas remite a la idea del totalitarismo, del dogmatismo, ¿qué es aferrarse a algo mediante la racionalización desmedida?, ¿cuál es la mentira entera?".
La mentira entera consiste en creer que hay alguien que ha encontrado la verdad. "Hay un método disuasivo que consiste en depositar una pistola en una mesa y preguntar: dígame, ¿tiene alguna diferencia conmigo?".
Continuando con la idea de la certeza y la mentira, el intelectual fue cuestionado acerca de ser ensayista, y de cómo eso puede o no presumir de la idea de certeza. "Creo que el ensayo como género no presume de la certeza, al contrario, el lector se hace cargo del asunto. Es una invitación a la convivencia analítica; el lector lee para ver hasta dónde está de acuerdo con lo que está leyendo".
Ideología y Política
Naturalmente, la entrevista toma otro camino: el ideológico. Kovadloff indicó la definición de ideología de Karl Marx, según la cual una ideología es una interpretación de los hechos que no se presenta como interpretación, sino como reflejo de los hechos.
De este camino, fue irremediable derivarse el asunto político, del poder, de la ley y de los rasgos autoritarios que aún existen en la sociedad argentina: "No es el poder el que debe servir a la ley sino al contrario. Esto sigue vigente y es un rasgo autoritario", expresó, además de opinar que "está vigente hoy tanto en el oficialismo como en la oposición".
También se refirió sobre el destino de la Argentina, afirmando que "los países no tienen destino. Ninguna vida tiene un destino. En la modernidad la desaparición del término lleva al hombre a ser responsable de lo que le pase, para bien o para mal. La aparición de los sistemas políticos aspira a que esa responsabilidad no se vaya a la orilla de los totalitarismos".
El momento de silencio, en el que tuvo que pensar detalladamente su respuesta, fue provocado por uno de los asistentes al evento: ¿Somos víctimas los argentinos de un discurso fundamentalista por parte del Gobierno?
-"Maticemos las cosas", responde. "El discurso de las juntas militares era fundamentalista. El discurso de las dirigencias guerrilleras era fundamentalista. El discurso de este Gobierno aspira a ser único, pero no lo logra"..
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