14 DE AGOSTO - EL MENSAJE DE LA GENTE

Durante semanas escuchamos a los medios machacar con que no existía la invencibilidad de Cristina, la realidad ha muchos los cacheteo ayer y lo que si es seguro es que mas que invencibilidad de Cristina hay imbecilidad de quienes están enfrente salvo honrosas excepciones.
Las razones del voto son multifacéticas, las elecciones de Macri y de Cristina en la Capital Federal con tres semanas de diferencia marcan que el voto ideológico es sinceramente una minima expresión, que se vota mayoritariamente oficialismo y solo se vota distinto cuando hay creencia que lo que viene es mas seguro y firme, que existe una diferencia sideral entre los títulos de TN, los dichos de mucha dirigencia política y la vida de la gente.
Si la aparición mediática o televisiva tuviera su correlato en votos, Lilita Carrio o Pino solanas tendrían mejores resultados que los que en realidad tuvieron, reducidos a la casi inexistencia electoral.
Tampoco es posible hacer la Fito al revés, el demonizar a la gente y a su voto por que el resultado es distinto a las preferencias.
La política como quehacer tiene que ver con ideas puntuales básicas que deben ser puestas en valor, trasmitidas a la gente, por ende es una actividad que se lleva a cabo necesariamente en cercanía con ella, escuchándola. No se trata de ser un mero seguidor de encuestas o de los humores sociales de ocasión, pero tampoco alguien que pretenda diseñar a estrategias políticas al vacío o de laboratorio para imponerlas y que ellas caigan en el vacío o se den de bruces con la realidad.
La gente es la destinataria de la política, y hace rato que en muchas organizaciones el aislamiento acampa. Quizás tanto operados y gurú nublan la visión.
Muchas veces los dirigentes no saben cuanto desmoralizan a su gente a sus militantes o a sus adherentes experiencias o volteretas inexplicables, hay que estar unos minutos en una mesa panfleteando o hablando con los transeúntes, para darse cuenta que una alianza, una postura no cuaja no prende.
El camino no son uniones democráticas, el camino es la construcción de alternativas superadoras, aunque toque en épocas la derrota.
Claramente si se lee la realidad mal, se actúa mal, si se repiten recetas fracasadas el resultado será indefectiblemente el fracaso, si se da un mensaje confuso y zigzagueante también.
Si se tiene un proyecto de país, debemos juntarnos con quienes tienen aun con matices el mismo, si pasamos de ser parte central de un frente progresista a un armado de una fuerza moderada que se lee hasta anodina, la gente rehúye y vota lo que le resulta claro y seguro.