Legado

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martes, 20 de octubre de 2009

LOS VIOLENTOS

El representante de Tupac Amaru, Manuel Alsina, pretendió minimizar la agresión al Senador Morales diciendo "A los compañeros se les fue un poquito la mano. Pero por unos huevos no hay que hacer tanto escándalo"
Equivocada y peligrosamente el escrache se practica como si fuera una epopeya justiciera, una gesta de la memoria colectiva de la gente, lejos de ello constituye una conducta autoritaria.

Aceptarla, es legitimar o consentir otra mas de tantas conductas fanáticas e intolerantes que detenta y padece a su vez nuestra sociedad.
El más antiguo escrache quizás es el ejemplo bíblico de la adultera que los fariseos desean apedrear.

El escrache, constituye a quienes lo llevan a cabo en seres supra legales, que pueden condenar sin juzgar, a sentenciar sin conocer la verdad, y a difamar quizás sin autoridad moral.

Una vez que Adolf Hitler llegó al poder, los judíos comenzaron a ser perseguidos, al principio, los nazis marcaron sus casas con la cruz de David pintada en las paredes como un grafitti.

El mensaje era claro: ¡acá viven judíos!.Las penurias de los judíos, como la celebre frase de Bertolt Brecht, después alcanzaron a muchos más.
En España durante la guerra civil y la dictadura del generalísimo. Los falangistas usaron el escrache para señalar públicamente a los republicanos. Basta ver la hermosa película «La lengua de las mariposas» para descubrir, en el final, la forma en que la población escrachó a quienes eran sus amigos.

Cuidado con las sociedades que alimentan el fanatismo y la intolerancia, ya en 1692 en Salem, murió gente en hogueras victimas de esos males.

Desde hace años venimos padeciendo discursos virulentos, sembrando la intolerancia , estos violentos fueron amparados y hasta dotados de poder economico por quienes nos gobiernan.

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