NI KUNKEL NI MAGNETO

Una deuda tan importante de la democracia como una nueva ley de radiodifusión no puede quedar reducida a una disputa entre dos ex amigos o socios.
La demostración de que esta sociedad había acabado fue la salida de Alberto Fernández de la Jefatura del Gabinete de Ministros.
El ex duhaldista, ex cavallista y hoy día ex kirchnerista Alberto Fernández, era el defensor de los intereses de Grupo Clarín en el Ejecutivo Nacional.
Sin el , no hubiese podido concretar Grupo Clarín su acuerdo con David Martínez/Fintech Advisory, que le permitió quedarse con Cablevisión, atento los fundados cuestionamientos de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
Que el Kirchnerismo fuera corrupto y autoritario no le importó a Clarín, que el Grupo Clarín fuese monopólico, abusador de sus competidores e insaciable en su apetencia de negocios vinculados al poder estatal, tampoco al oficialismo.
La verdadera deuda de la democracia es una norma que garantice no sola la libertad de expresión sino el pleno acceso de los Ciudadanos a una información amplia y plural, verdadero baluarte en la construcción de una democracia más participativa. Esto no esta en la agenda ni de los Kirchner ni de Magneto.