Capitanich, uno de los gobernandores estrella de los K, tiene graves problemas para explicar que hizo con los 10 millones de pesos que le fueron enviados a través del Programa Nacional de Seguridad Alimentaria, y que supuestamente tendrían que haberse entregado a familias nutricionalmente vulnerables.
Al dengue que llevo a las primeras planas a la esposa del gobernador Chaqueño debe añadirse el paludismo, el retorno de la tuberculosis, leptospirosis, el hantavirus o la leishmaniasis.
Todo esto íntimamente vinculado a la extrema pobreza.
El rescate sanitario y alimentario de los compatriotas sometidas a este cuadro es sólo el primer paso, sin embargo la plata destinada se destino a otros menesteres, campaña, vestuario para la esposa, el cumple de 15 de su hija quizás.
En el país viven infectados con el Mal de Chagas casi 3 millones de personas, es el mal de las casas de adobe y los techos de paja.
Cuanto ha descendido nuestro país, para padecer a estos personajes que solo frente a las cámaras, con los pies en tierras polvorientas dicen que se les hierve la sangre cuando ven la pobreza y no hacen más que aprovecharse políticamente de ella desde hace decadas.
Camus dijo “Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen”.
Así lo hizo alguien que nació un 4 de agosto pero de 1900 , lo llamaban en su amada Cruz del Eje el APÓSTOL DE LOS POBRES, porque curaba a los enfermos, viajaba de día o de noche, a caballo, en sulky, o a pié, llevando medicamentos que el mismo compraba, y jamás cobró sus servicios a los hogares modestos.
Debemos volver al poder, pero solo valdra la pena si lo hacemos imbuidos de nuestros mejores ejemplos y paradigmas, no de la mano del mero oportunismo, el discurso vacío y la simple especulación.
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