Legado

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miércoles, 30 de octubre de 2013

30 AÑOS Y SUS DEUDAS

Dias atrás BETO BRANDONI decía: “Hay casos de compañeros míos que nos hemos dejado de hablar porque yo soy radical y no pienso como ellos, “, se habla de familias y de amigos que se distancian por divergencias políticas. Ha acampado desde hace una década entre nosotros el maniqueísmo, la intolerancia, la convicción de que quien disiente es un enemigo a repudiar. Esta situación es quizás mucho pero que cualquier coyuntura económica o tomate a 50 pesos, por que lisa y llanamente el odio y el rencor ha anidado entre nosotros y es una cicatriz que tarda en curarse..
La democracia es dialogo, es consenso, también es conflicto pero el mismo no es nada mas que eso. No es una sucesión de luchas supuestamente épicas, es algo mas normal mas perdurable y diario.
Aldo debe haber pasado en este país para que a 30 años de democracia hablemos en las campañas de un país normal o un país serio.
Si quien disiente es un enemigo o un lacayo de las corporaciones, si se ve en cada opositor un complotado, si la sociedad se divide en buenos y réprobos, poco hemos aprendido.
A este ya grave problema se suma otro, la antipolitica o ese dicurso marketinero plagado de sonrisas y frases vacias, de candidatos que se venden como un shampoo o el activia, abundan y son un peligro latente para las instituciones, por que las democracias fuertes son democracias de partidos no de candidatos sonrientes dignos de la revista caras.
Un político nos enseñaba alguien no es un mero seguidor de encuestas, debe tener ideas propias y tratar con legitimas armas de persuadir y de imponerlas por que cree en ellas, en la Argentina actual si las encuestan dieran que hay que matar niños todos serian Herodes.
Y si hablamos de otra deuda importante, es la imposibilidad de resolver los problemas generacionales de pobreza y exclusión a travez del arma de la educación, la deserción escolar hace que se repitan historias y que filas filas de jóvenes queden a la vera del camino de una posible movilidad o mejora social. Un poco menos de un millón de jóvenes no estudian ni trabajan en nuestro país.
A 30 años personalmente sostengo que sigo levantando las mismas banderas que me enamoraron por ese entonces, la de la educación publica , la de la salud publica, la de la tolerancia, el respeto, la diversidad, la justicia, la vida y la paz. Sigo creyendo que esas banderas deben seguir enarbolados frente a los viejos temas y a los nuevos. Quizas el mejor regalo que se pueda hacer en estos 30 es hacer propias las palabras de RAUL ALFONSIN Siempre creí y así lo dije en tantas oportunidades que es la misión de los dirigentes y de los líderes plantear ideas y proyectos evitando la autoreferencialidad y el personalismo; orientar y abrir caminos, generar consensos, convocar al emprendimiento colectivo, sumar inteligencias y voluntades, asumir con responsabilidad la carga de las decisiones. Sigan a ideas, no sigan a hombres, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática.
Raul vos ya cumpliste con creces ahora nos toca nosotros y la verdad estamos bastante en deuda.

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