Legado

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jueves, 18 de julio de 2013

Milani y Bergoglio, el doble estándar de Verbitsky y el CELS

El aval a la designación del militar denunciado por su actuación en la dictadura contrasta con las graves acusaciones que Verbitsky hizo durante años contra el ahora papa Francisco. Las organizaciones de derechos humanos lo acusan de perder la objetividad por su cercanía con el gobierno.

No se trata de condenar al general Milani de antemano, sino de que lo investigue la Justicia antes que el Senado acepte el pedido de Cristina de darle el grado de teniente general. Por eso queda clara la jugada del Gobierno de enviar a Milani a dar explicaciones al juez de La Rioja y no al de Tucumán -donde hay una denuncia en su contra- y de tratar de aprobar rápidamente su pliego el lunes.

Milani está denunciado por ex presos políticos y sospechado por datos confirmados por la síntesis de su legajo de haber tenido, por lo menos, conocimiento de que pasó con el soldado Ledo que estaba en 1976 en el batallón de Ingenieros de La Rioja y que le sucedió al preso político Ramón Olivera un año después. El ex juez Catalán que recibió la declaración que le sacaron a Olivera bajo tortura en 1977 está hoy procesado.

Por lo tanto, Milani que entre 1976 y 1977 estuvo destinado en ese batallón y en comisión en Tucumán debe, por lo menos, antes de recibir los soles de teniente general, declarar como testigo ante la Justicia.

Si el mismo ex cardenal primado de la Argentina y hoy Papa, monseñor Jorge Bergoglio, tuvo que testimoniar en un juicio oral por la desaparición, tortura y liberación de dos jesuitas, ¿por qué un general no debe hacer lo mismo por un soldado desaparecido de su batallón?

Todo sin tener en cuenta que el Gobierno impulsó la llamada teoría jurídica del dominio del hecho para condenar a otros militares que estuvieron destinados, como Milani, en batallones que participaron de la represión ilegal. Es decir que por su jerarquía el actual jefe del Ejército debería saber qué pasó con un subordinado suyo.

Pero antes de la testimonial que, por lo menos, un fiscal de Tucumán cercano a La Cámpora no le quiere tomar con urgencia, sería una medida de transparencia que el ministro de Defensa y ex diputado, Agustín Rossi, mande el legajo completo y no una síntesis al Senado para conocer qué pensaban las jefes de Milani sobre su desempeñó en La Rioja y Tucumán.

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